No podia mas, ese dia me sentia derrotada y sin ganas de vivir.
Camine ansiosa de encontrar algo que calmara mi desesperacion.
Tras una hora recorriendo grandes avenidas y parques,llegue
a un lugar inospito ,donde encontre un gran puente de altura considerable.
Me sente en su frio borde de piedra mire hacia abajo y observe durante unos
segundos aquel manto de diminutas luces que ligeramente flotaban sobre el
sosegado rio,un manto sedoso,profundo y fresco que me invitaba a recostarme
sobre el,a refugiarme ,a poder llegar olvidar.
Sintiendo pena y sollozando me dormi en su regazo.
JAVIER MARÍAS (Novelista)
A menudo fingí creer en fantasmas y fingí creerlo festivamente,y ahora que soy uno de ellos
comprendo por qué las tradiciones los representan dolientes e insistiendo en volver a los sitios
que conocieron cuando fueron mortales...la verdad es que...
VUELVEN
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